lunes, 7 de junio de 2010

Inocente, como siempre, nace la tragedia

De aquel episodio del cinturón oxidado habrá quedado el apodo de Óxido, lo que no choca con el apellido (Fierro), sino todo lo contrario, ya que en aquellos tiempos no llegaban los aceros inoxidables.

Pero las malas lenguas van más allá de aquella inocente anécdota. Vinculan el apodo con una pelea con el Eluterio Moreira (primo de Julieta). Cuando Óxido llegó a la Pulpería de Santa Lucía encuentra, en el patio, un baile improvisado. Saca a bailar a una china, y entre zambas y gatos, se enamora a primera vista... no podía dejar de bailar con ella, enloquecido su corazón de potro rebelde, levanta una polvareda... Nunca se sabrá cuando supo que era Julieta Moreira, la menor de la familia que estaba peleada a muerte con su familia, pero lo que sí es cierto es que cuando baja la nube de tierra del patio se encuentra frente al Eluterio, con el facón desenvainado, retándolo a pelear.

Se ve que alguien le había ido con el cuento a la pulpera, porque ya estaba formado a un costado de los contendientes, el jurado de notables. Resulta que la pulpera Lucía Santa, para evitar las grescas en el interior de su comercio y el éxodo de clientes pacíficos (que los hay), promocionaba peleas en el patio con jurado y todo. Los ganadores pasarían a una final por el “Facón Inoxidable del Año”, premio que seguro venía de contrabando, un tanto porque acá no se hacía, y otro tanto porque daba más prestigio.


Volviendo a la confrontación, Óxido seguía deslumbrado por Julieta, no tenía nada contra el muchacho y no se desvivía por un facón inoxidable, pero tampoco quería quedar como un cobarde que rechazaba el reto... y a mi juego me llamaron, dijo. Algunos habían empezado a apostar cuando, casi sin querer, Fierro le clava una puntadita en el brazo a Moreira, ya que de eso se trataba: el enfrentamiento de dos familias mitológicas de nuestra argentinidad... No quieran saber la sangre que le salía al Eluterio del brazo, se-guro por comer mucha morcilla casera. Fue tal el espectáculo que el Presidente del Jurado, el Sinforoso Pereira, que supo ser médico rural un tiempo, paró la pelea, lo dió como ganador a Óxido y lo subió a su carreta sanitaria, no sin antes hacerle un torniquete, tecnología médica de última generación traída al pago por el mismo profesional. La gente aplaudía el torniquete, mientras Óxido pensaba cuando volvería a ver a Julieta.

Un día después nos enteramos de la defunción del Eluterio por el parte médico del Sinforoso: tétanos. Y después vino el que dirán: la familia Moreira que cómo si  se había dado la antitetánica el año pasado, la familia Fierro que seguro que la partida de vacunas estaba vencida, la familia Moreira que la verdad es que el facón de Óxido estaba oxidado, la familia Fierro que parece que las morcillas caseras aceleraron el proceso, y así, indefinidamente... Una muerte inútil que pone a Óxido más expuesto a la ira de ambas notables familias del campo nacional y popular... ¿Y él?... pensando en Julieta.

Los calzones y las botas del gaucho


El calzoncillo cribado era amplio, de tela de algodón o lino, para favorecer las tareas rurales. La terminación (el cribado) era también un toque de elegancia, y en realidad para tapar (disimular) las botas de potro, cómodas y económicas, pero de poca prestancia.

Las botas de cuero de vaca eran más costosas y difíciles de conseguir (exportación de cueros a Europa). Entonces qué mejor que disimular la tosquedad de la bota de potro con los flecos o cribas de los calzones, herencia provinciana española.

 
 
Pero volvamos a las botas de potro, herencia de los araucanos. Provenían del cuero las patas traseras de los potros, mulas y algún que otro yaguareté. Estos tubos de cuero se hacían ajustados a la medida del pié y media pierna sin costuras. A veces les cortaban la punta para dejar los dedos afuera y poder montar mejor. Otros las disimulaban más con las espuelas.


Salvo el chiripá, que no era más que un taparrabos que se usaba sobre el calzoncillo, una tela o lana que se colocaba como pañal, entre las piernas, y cubría cadera y muslos, ya tenemos imaginada la vestimenta de Óxido, de la cintura para abajo.

¡¡Acá hay un gaucho!!

Para acercarme a un gaucho, (yo que siempre fui de ciudad) me asomé a nuestro gaucho porteño, Carlos Gardel. Muchos detalles de coquetería y seducción como buen gaucho for-export, embajador en el mundo de una música proveniente de un lugar que pocos conocían e identificaban con los indios y los gauchos.


Me centro en su cinturón. Me parece que Óxido viste un cinturón importante, con historia, con monedas oxidadas y hebilla con iniciales MF (Martín Fierro). Cuando le preguntan refiere que es herencia de su padre. Si le siguen preguntando, que al regreso de una noche de juergas y vagabundeos, a raíz de una espesa niebla se ve obligado a pasar la noche montado sobre su caballo. Cuando despejó, pudo regresar a su pago, pero con el cinturón oxidado (nunca pudo desoxidarlo). Piensa que fue una advertencia del más allá, de su tata, para que deje la vagancia.


El cinturón es un símbolo de elegancia en el gaucho, además de elemento de sujeción de elementos de campaña, como el facón y las boleadoras, y por supuesto de sostén de los calzoncillos cribados y el chiripá, otros símbolos de elegancia y personalidad.

ARTILUGIO:
1 Mecanismo o aparato de manejo complicado: “se ha comprado un coche lleno de artilugios que no sabe para qué sirven.”
2 Artimaña, ardid.
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.


1 m. desp. Mecanismo artificioso, pero de poca importancia y duración.

2 fig.Trampa.

Diccionario Enciclopédica Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

1 s. m. desp. Dispositivo, mecanismo, artefacto.

2 Trampa, enredo, engaño, artimaña.

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos de la Lengua Española 2007 Larousse Editorial, S.L.


En informática, un artilugio (widget) es una pequeña aplicación o programa, usualmente presentado en archivos o ficheros pequeños que son ejecutados por un motor de widgets o Widget Engine. Entre sus objetivos están los de dar fácil acceso a funciones frecuentemente usadas y proveer de información visual.